“Vuestro amigo es la contestación a vuestras necesidades.
Él es el campo en el que sembráis con amor y cosecháis con agradecimiento.
Y él es vuestra mesa y vuestro hogar. Porque os aproximáis a él con vuestra hambre, y buscando la paz”.
“Cuando vuestro amigo revele su mente no temáis el “no”en vuestra propia mente, y tampoco guardéis el “sí”.
Y cuando esté silencioso que no cese vuestro corazón de escuchar al suyo.
Pues aún sin palabras, en la amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas brotan y son compartidas con ese placer que no necesita palabras.
Cuando os apartéis de vuestro amigo, no os entristezcáis.
Porque lo que en él amáis más, quizá se vea más claro en su ausencia al igual que la montaña es más clara para el montañés contemplada desde el llano.
Y no permitáis que exista interés alguno en la amistad, a excepción de cuanto signifique profundizar en el espíritu.
Pues el cariño que busca algo que no sea la revelación de su propio misterio no es cariñoso sino una red que se lanza hacia adelante, y con la que solamente pescamos lo inútil.
“Y haced que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo.
Si él ha de conocer el flujo de vuestra marea, permitidle que también conozca su reflujo.
Porque ¿qué clase de amigo es al que solo buscáis cuando deseáis matar algo de tiempo?
Buscadle cuando dispongáis de horas por vivir.
Porque las suyas colmarán vuestra necesidad, más no así vuestro vacío.
Y en la dulzura de la amistad hallaréis la risa y la participaréis en aquello que es grato.
Pues en el rocío de las cosas pequeñas encuentra el corazón el frescor de su mañana”.
[…] Porque debes tener presente, amigo mío, que el hijo de un pastor que posee conocimientos vale más para una nación que el heredero al trono, si es un ignorante. El conocimiento es tu verdadera ejecutoria de nobleza, sea quien fuere tu padre o cualquiera que sea tu raza.
El saber es la única riqueza de que no te pueden despojar los tiranos. Sólo la muerte puede apagar la lámpara del conocimiento que arde dentro de ti. La verdadera riqueza de una nación no consiste en su oro ni en su plata, sino en su saber, en su sabiduría y en la rectitud de sus hijos.
Las riquezas del espíritu embellecen la paz del hombre y producen simpatía y respeto. El espíritu de cualquier ser se manifiesta en los ojos, en el semblante y en todos los movimientos y gestos del cuerpo. Nuestra apariencia, nuestras palabras, nuestras acciones no son nunca más grandes que nosotros. Porque el alma es nuestra casa; nuestros ojos, sus ventanas; y nuestras palabras, sus mensajeros.
El saber y el entendimiento son los fieles compañeros de la vida, que nunca te serán desleales. Porque el conocimiento es tu corona y el entendimiento tu báculo: y no podrás poseer mayores tesoros cuando los llevas contigo.
El que te entiende es más allegado a ti que tu mismo hermano. Porque los parientes pueden no entenderte ni conocer tu verdadero valor.
La amistad con el ignorante es tan imbécil como discutir con un borracho. […]
[…] Un poco de conocimiento operante vale infinitamente más que un gran caudal de saber inactivo.
Si tu saber no te enseña el valor de las cosas y no te libera de la esclavitud a la materia, jamás te acercarás al trono de la Verdad.
Si tu conocimiento no te enseña a elevarte por encima de la flaqueza y miseria humanas y a conducir a tu prójimo por el sendero de la justicia, eres sin duda alguna hombre de poco valor y seguirás siendo así hasta el Día del Juicio.
Aprende las palabras de sabiduría que pronuncian los sabios y aplícalas a tu propia vida. Vívelas, pero no trates de lucirte recitándolas, porque el que repite lo que no sabe no es mejor que un burro cargado de libros.
Un día borré de mi mente todas las nociones. Abandoné todos los deseos. Descarté todas las palabras con las que pensaba y me quedé quieto. Me sentí un poco raro, como si fuera llevado hacia algo, o como si fuera tocado por algún poder extraño a mí…cuando ¡paf! Entré. Perdí los límites de mi cuerpo físico. Desde luego tenía mi piel, pero sentía que estaba en el centro del cosmos. Hablaba, pero mis palabras habían perdido sentido. Vi gente que venía hacia mí, pero todos eran el mismo hombre. ¡Todos eran yo mismo! Nunca había estado en este mundo. Había creído que yo había sido creado, pero ahora tengo que cambiar mi opinión: nunca fui creado. Yo era el cosmos. No existía ningún señor Sasaki individual.
“El camino del Zen” Alan Watts.“The transcendental World”. Zen Notes, vol. I, Nº 5. First Zen Institute of America, New York 1954.
Matthew Paul Miller, conocido por su nombre hebreo Matisyahu es un cantante de reggae judío.
Pidió a 3.000 musulmanes y judíos (ninguno de los cuales se había conocido antes) que se reunieran en Haifa y aprendieran la canción «One Day» con él en menos de una hora.
No solo eso, también aprendieron a cantar y armonizar la canción en tres idiomas diferentes.
El concierto que se originó en él lleva el espíritu del nuevo tiempo al mundo.
En el espíritu de UNIDAD, AMOR y CONEXIÓN hay un poder increíble.
Llevar este poder JUNTOS al mundo es el nuevo NOSOTROS ❤️
Texto obtenido del canal de Federación Galáctica-Andromeda en Telegram
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